domingo, 18 de octubre de 2009

La úuuultima parte de la novela jejeje

SABADO 02:00 AM

Mi papá se a sentido mal, llegué del trabajo hace casi una hora, le tomamos la presión y está muy alta, le duele la cabeza. Mi mamá está cada vez más nerviosa, tomé la decisión de llevarlo al hospital, lo vestimos y a duras penas lo logramos subir al auto, mi mamá no lograba hacer “andar” el cacharro, estaba hecha un “manojo” de nervios, le grité que se relajara, -¡Atina mamá, no sirve que te pongai’ nerviosa, hecha a “andar” esta güeá!-.

En el hospital, nos hicieron esperar cerca de 30 minutos, después una enfermera ayudó a entrar a mi papá, para luego dejarlo en una camilla cerca de la entrada, no le tomaron la presión, no lo auscultaron, -¡No le hicieron nada!-, hacía un frío de la mierda, pasaron otros 45 a 50 minutos y le pregunté a la enfermera que, qué pasaba con mi papá, -¡No podemos hacer nada, hasta que le baje la presión, por eso lo tenemos en “observación”!-, me contestó muy molesta y prepotentemente.

Sentí en todo mi cuerpo la necesidad de destrozarla, de arrancarle cada miembro y escucharla gritar del dolor, -¡Perra desgraciada, hija de puta, zorra mal parida!-, es demasiada mi ira, mi apá’ se puede morir, mi amá’ está al borde del llanto, desesperada y en este puto hospital no hacen nada, trabajan solo bestias. -¡Reclaman, claman mejores sueldos, un trato digno, se la pasan en “paros”, protestas y la verdad es que su servicio es mediocre, desagradable, prepotente, mal educados, fríos al dolor de nosotros, esta es la gran atención pública, son todos unos hijos de puta!-.

Volvimos a la casa a las 06:30 a.m., al final nos dijeron que la presión le había bajado, le dieron dos “enalapril” y nos entregaron a un viejo mareado y entumido, apenas caminaba, lo subimos al auto y nos volvimos a la casa.

Después de acostarlo, mi mamá se fue al baño, yo trato de dormir, mientras la escucho llorar con dolor, necesito descansar un poco, tengo trabajo este domingo, -¡No voy a llorar!-.

MARTES

Me levanté tarde, tengo todo el día libre, mi viejo ya está mejor, mi vieja está mucho más tranquila y yo me siento horrible.

Salí a comprar pan y aproveché de jugar un “Loto”, lo hice con tanta fe, solo espero ganar, para pagar todas las deudas, poder atender a mis viejos con buenos médicos, que solo el dinero puede dar y por último comprar una casa en la playa pa’mi amá, juego todas las semanas con la esperanza de solucionar nuestros problemas, pero hasta ahora no a pasado nada.

En la noche me llamó Li, quería saber cómo estaba todo con mis viejos, charlamos bastante,, también le pregunté por sus papás, me dijo que se estaban “anulando”, pero que ya lo está superando, que al final es lo mejor, a pesar de que siente mucha rabia con ellos y sus mentiras, su voz sonaba fuerte, sentía su pena y su ira, pero pronto cambiamos el tema, volvimos a bromear con las supuestas parejas, que se formarían en la “pega”, reímos y quedamos de juntarnos mañana antes del turno para conversar y acompañarlo a comprar ropa, le recordé que aun tenía la suya que me prestó en la casa, -¡Es tuya, ese día te regalé la ropa!-, me dice, igual no me parecía mala idea, ahora tengo tenida “nueva”, ya casi al final de la conversación, cuando estabamos despidiéndonos, me pregunta, -¿¡Felipe, con quién vas a “pololear” del trabajo!?-, me sorprendió la pregunta y me dio risa, -¿Por qué?-, le dije, -¡Nada, es para la novela que estoy escribiendo!-, me responde, quedé en silencio y no supe que decir, -¡Piénsalo y me cuentas después, aprovecha puedes elegir!-, me comenta entre risas, nos despedimos.

Aproveché esa noche para ver “The Big Fish”, de Tim Burton, que arrendé.

Fue una noche tranquila, silenciosa, tibia, con la estufa en el living, cada cierto rato pensaba en a quién debo elegir para “pololear” del trabajo.


MIERCOLES

Mi mamá está de muy buen ánimo, mi papá se levantó temprano, están en esos días, que pareciera que son felices, que nada les ocurre, cuando están así, por lo general hace que me relaje y hasta que participe de la supuesta “felicidad” familiar, pero en esta ocasión no.

-¿¡Viste a la “cholita”, parece que se está sintiendo mejor, ayer comió carne molida y hasta lengüeteó un poco de leche?!-, con gran optimismo y ternura me comenta mi mamá, miré a la gata acostada en el sofá, está igual de flaca, o peor, su pelaje negro azabache desapareció, me extrañó darme cuenta que esta era la primera vez, que la veía desde la que la bajé del techo de la terraza, de hecho ya la había olvidado, no la recordaba y ahora está en el living, durmiendo. Me acerqué a acariciarla, es puro hueso y pellejo, apenas si reaccionaba a mis caricias, -¡Le queda poco a la “cholita” mamá!-, estaba cerca mirándonos mi vieja, se puso triste, -¡Ojalá se recupere!-, se acercó a hacerle cariño, me aparté y la dejé sentada al lado de su gata, -¡Mi “negrita linda”, qué le pasa, “negrita linda”-, le seguía hablando como si fuese un bebé, la imagen me produjo de todo, tristeza, rabia -¡Aquí hasta las mascotas cagan!-, mi vieja seguía acariciándola, y la gata parecía que le quisiera hablar, -¡Mamá, si la “chola” muere, va a estar mejor que todos nosotros, así qué no la prives de tan buena oportunidad!-, se giró y me miró muy sentida y enojada, me “descoloqué”, pa’ variar ya la estaba cagando.

Luego ya se había normalizado el ánimo, estaban nuevamente muy alegres mis viejos, de hecho el día estaba muy iluminado, con un sol primaveral, ya estamos en septiembre y justo hoy mi papá decidió que debía afeitarse, había que recortar una cuidada barba de un poco más de dos meses, para al final usar la máquina y rasurar por completo, obviamente el encargado de tan desagradable “tarea”, era yo, hice lo posible por no hacer notar mi molestia.

El trabajo fue largo, pero al final me gustó el resultado. De pronto se vio tan joven y apuesto, sus ojos medio perdidos por la ceguera, no hacían que perdiera el brillo verdoso, realmente se veía guapo y mi vieja también lo notó.

Estabamos en la hora del almuerzo, el menú era porotos con longaniza picada, un plato “fuerte” pa’mi apá’, pero que disfrutó al máximo, yo comí poco, a pesar de gustarme, este último tiempo las legumbres me “sientan” una pesadez muy grande en el estomago, en esas “cosas” el calendario biológico se hace presente.

Ya me estaba uniendo a la “dicha feliz” de mis viejos, estabamos siendo una familia feliz.

Me apresuré para salir luego, había quedado con Li, en el “euro centro”, -¡Este viernes vamos a ir a la playa!-, me dice mi amá’, cuando estaba a punto de salir, -¡Pero este viernes trabajo todo el día, no voy a poder ir con ustedes!-, les respondí casi de inmediato, pero ellos como si nada, se reían, -¡Para la próxima!-, me contesta mi viejo, mientras seguían comiendo, la verdad me gustaría ir con ellos, un poco de mar y aire nuevo, me dio mucha “lata”, -¡En todo caso se van con cuidado!-, les digo, les di un beso de despedida y salí.

En el camino le seguía dando “vueltas” al viajecito a la playa, aunque fuera por el día, tenía muchas ganas de ir, pero trabajo ALL FUCKING DAY, -¡Puta la güeá!-.

Llegué a la entrada del “Euro-centro” por paseo ahumada y Li ya estaba, -¡Chst.., menos mal!-, me espeta mientras mira su reloj, -¡Sorry, me retrasé en la casa!-, fue mi rápida replica, -¡¿Y esa carita?!-, me devolvió de revés, -¡Nada, solo que mis viejos van a ir a la playa este viernes y no voy a poder ir con ellos, ya que trabajo todo el maldito día!-, fue mi quiebre de servicio, -¡¿Tu vieja va a manejar?!-, fue sorpresivo, -¡Pero si ya hemos ido dos veces antes, además en esta fecha casi no hay gente, así que súper tranquilo, por la autopista, nadie te apura!-, fui certero, -¡Teni’ razón!-, fue su derrota…

Recorrimos varias tiendas y al final quedamos “pegados” en la tienda de poleras con estampados de animé, al final muy cagados de risa, no sabíamos cuál elegir si el de la imagen de “Candy” o la de “Archie”, otro personaje de la misma serie, uno de lentes y jockey, aquel que manejaba el auto, una “burrita”, -¡Es que era muy lindo ese personaje!-.

-¡No será muy kitch!?-, me preguntó Li, mientras me mostraba como le quedaba “Candy” en el pecho, me cagué de la risa, -¡Es muy fleto!-, le contesté, al final nos llevamos las dos poleras, el “estreno” en sociedad sería el próximo 17 de Septiembre, en la fiesta “Kitch” de la Blondie, donde la estrella de la noche va a ser la única “Cecilia” en vivo, -¡¿No estamos un poco “pasaditos” pa’esto...?!-, me pregunta Li, mientras ya íbamos rumbo al trabajo, -¡La “dura”, no, no lo creo, me siento un “pendex”, de hecho somos unos “pendexs”!-, nos reímos y seguimos rumbo a la “pega”.


JUEVES

El buen ánimo en casa aun se mantenía, eso es extraño, por decir lo menos, en todo caso es mejor así, el ambiente es más amable, cuando ocurren estos “cambios”, pareciera que la casa se ilumina, suena cursi la güeá, -¡Lo sé!-, pero es la verdad, por lo general es tan “amargo” vivir aquí y así, que parece que todo está mejor, que todo va a ser mejor.

Entre tanta alegría de mañana, se me ocurrió ir a la U., para ver cómo están todos y todo por allá.
Extraño a mis compañeros y esa sensación de que todo es divertido. Me “zampé” dos súper gigantes café, les di respectivos besos a mis padres y me las “emplumé” a la U.

Al llegar, al primero que veo es al Pablo, fue un abrazo tan cariñoso, como si no nos viéramos desde hace años, nos fuimos a nuestro café, pronto llegaron la Tati, Patty y la Flo, me pusieron al día en materias, “copuchas” varias y sus penas. Entre todos nos “subimos” la moral, -¡Es curioso, pero me extraña su desazón, si son unos “críos”, ya quisiera tener sus “problemas” y no tener los míos!-, las clases hoy terminaron temprano, ya que se viene el dichoso “11 de Septiembre” y los “revolucionarios” y “contestatarios” estudiantes comienzan a protestar con la “originalidad” de romper paraderos, semáforos, ventanas, apedrear pacos y demases, y obviamente la fuerza de la ley, con su buen “ánimo” y “caballerosidad” y “consideración” que los caracteriza, nos llenan de bombas lacrimógenas, chorros potentes de agua con ácidos de sus “guanacos”, golpes varios y al final una soberana cagada, nadie entiende nada y los temas de fondo quedan ahí, -¡En el fondo!-, así que antes de perder tiempo y empeorar nuestra salud, nos marchamos al “Medusa” en el trayecto “sonó” mi móvil, pa’variar era Li, así que al final terminamos todos en el bar, la más entusiasmada era la Patty, otra vez se quería “servir” al chino.

Partimos como gente “decente”, pedimos solo 3 cervezas de litro, para los 7,, luego fueron 5, al final eran 7, una para cada uno, ya no éramos “decentes”, solo queríamos diversión, la Patty se anduvo molestando, ya que Li, no le dio “pelota”, este se quedó al lado de los varones, -¿Se han percatado, que siempre cuando hay grupos, las mujeres todas se sientan a un lado y los hombres todos al otro, no se produce la mezcla!?-.

Nos fuimos bien tarde, esta vez procure no embriagarme, solo quedar “chip chip”, del último que me despedí fue de Li, se bajó bien mareado, mientras yo seguí mi eterno viaje, luché arduamente con “Morfeo”, hasta que logré llegar a mi casa, mis viejos roncaban, la casa olía bien, me dormí bien tapado y con ropa.
VIERNES

-¡Levántate Felipe!-, era el clamor de mi vieja, desde la cocina, a ver si reaccionaba, me sentía como el “culo”, apenas abría los ojos, -¿Qué hora es?-, pregunté con un hilo de voz, -¡Las nueve y cuarto!-, me contestó mi mamá, -¡Mierda!-, dije y con mucho “dolor” me levanté corriendo, corrí en el baño, corrí en la pieza, corrí con mi gigante café y me frené solo pa’ despedirme.

Mis padres, -¡Ambos dos!-, muy relajados preparándose, para la ida a la playa, -¡Qué lata!-, dije, -¡Te traeremos un poco de agua de mar y arena!-, me comenta mi amá’ feliz, -¡Uf..., ok, qué la pasen bien, disfruten, mientras yo, me deslomo trabajando, encerrado, sin poder ver la luz del día, pero vuelvan temprano!-, les dije haciéndome el sentido, pero ellos estaban muy alegres, así que ni de “apunte” me llevaron, me despedí “choreado”, subí a la micro y me fui escuchando cumbias, gracias a la gentileza del chofer.

Llegué justo a las 12hrs., estaba la Paola y González, por lo menos sabía que sería un día entretenido, hoy nadie quiso almorzar, los llamados fueron prácticamente la “nada”, pero nuestra acidez tuvo momentos grandiosos, uno de los llamados más “bizarros” fue el de la Cocó Gomero:

YO : ¡Comida a casa express, habla Felipe, buenas tardes!

COCÓ:¡E..., quiero una ensalada del “le fournil”

YO : ¡OK, dígame cuál?

COCÓ: ¡E..., la griega, e..., tú sabes con quién hablas?

YO : ¡No!

COCÓ: ¡E..., soy la Cocó Gomero...!

YO : ¡¿Ya?!

COCÓ: ¡E..., para que me manden todo, e..., o sea, servicio, individual, los aliños y una ensalada grande, e...

YO : ¡OK!

Al final una simple ensalada, quería que prácticamente se la llevaran ya, mascada, para que no se agitase, y todo porque era, -¡La Cocó!-.

Pasó la tarde, llegó la noche, que estaba bien “movida”, éramos en total 12 telefonistas, estaba ya muy cansado, menos mal que faltan solo 45 minutos para las 23:30hrs., y así terminar el eterno e infinito turno, siguen “sonando” las líneas...

-¡Comida a casa express, habla Felipe, en qué puedo ayudarlo?

-¡Buenas noches, busco al señor Felipe Espinosa!

-¡Si con el...

-¡Señor, llamo de la 1era comisaría de San Antonio!

-¡E..., si dígame...

-¡Señor, soy el cabo 2º, Jorge Guerrero y debo comunicarle, que ocurrió un accidente y lamentablemente el señor Antonio Espinosa y la señora Clara Galleguillos, sus padres?..., este...han fallecido, nos costó dar con su paradero, desde las 16 hrs., hora del deceso, que lo estamos tratando de localizar...

Solté el teléfono, sentí mucho frío, las lágrimas se me caían, de pronto a mi lado apareció Luis González, -¿Qué pasa Felipe?-, fue su pregunta no supe que decir...


LUNES

Ha pasado 1/2 hora desde que volvimos del cementerio, quedaban algunos tíos en la casa, les pedí que se fueran, -¡No se preocupen, necesito estar solo por favor!-, se marcharon, el teléfono volvió a “sonar” y lo desconecté, apagué el móvil y me fui a acostar a la cama de mis viejos, eran las 15hrs.


VIERNES

La casa está oscura, no e salido, el teléfono sigue desconectado, enterré a la “cholita” ayer en el patio, la “Amelie” no la e sacado, tiene lleno de mierda el patio, la “niña”, lo único que hace es maullar muy fuerte, el miércoles fui a la aseguradora, todo está listo, hoy es 17 de Septiembre, hoy canta Cecilia en la Blondie.


SABADO

Desperté y en la radio sigue “sonando” el disco de Cocteau Twins, tal como lo programé en el equipo, se repitió durante toda la noche, no sé cuantas veces, - ¡Hoy debo arreglar la casa!-, me levanté a tientas, me duché, me afeité entero, limpié el patio, saque a la perra al antejardín, abrí las puertas y las ventanas, hice un aseo exhaustivo, conecté los teléfonos.

Mucho tiempo se me fue contestando los llamados, primero mis tíos, luego fue Luis, le siguió la Tati, el Pablo, la Flo, la Pao, la Teresita, la Patty, -¡Todo esta bien!-, es lo que más dije, me preparé unas ensaladas de almuerzo, el ambiente estaba hediondo a asados, cada cierto rato escuchaba la voz de mi amá’ saboreándose los asados, en el baño están sus cremas, su colonia, todo está donde mismo, arreglé su pieza, por si desea volver a dormir en su cama...

Tropecé con los zapatos de mi apá’ y ya no aguanté, lloré tanto, no podía parar de hacerlo, -¡Los extraño…, los quiero!-.

Me arreglé, me puse mi polera “Portishead” y saqué a pasear a la “Amelie” a la plaza cercana, la dejé correr, a ver si se perdía, pero no se alejo de mí, después de un rato volvimos.

-¡Voy a ir al cementerio!-, le hablé a la perra, estabamos llegando a la casa, cuando frente a la reja esta Li, me sonrío, -¡Hola, me costó dar con tu casa, nunca me invitaste!-, me dijo, hubo un silencio y luego nos abrazamos. Entramos, me ayudó a guardar a la perra, luego tomamos café, hablamos de la “pega”, le pedí que me acompañara al cementerio.

Mientras íbamos de camino me preguntó, -¿Tienes mucha pena?-, -¡Cómo siempre!-, le contesté, -¿Necesitas plata?-, fue su otra pregunta, -¡No, el seguro cubre todo, hasta mis problemas y aun queda, ya no tengo problemas!-, le contesté con amargura, -¡Lo siento!-, me dijo, -¡Yo aún más!-, le respondí.

Seguimos en silencio, ya en la entrada del cementerio, me detuve a comprar flores, -¡Sabes nunca me han gustado los cementerios, los encuentro inútiles, mi amá’ pensaba igual, ella quería que la “cremaran”, al igual que yo, pero una vez mi viejo dijo que quería ser enterrado, así que mi amá decidió que entonces ella también debía ser enterrada al lado de él, pa’que no se quedara solito, me decía!-, le dije, Li me miraba con los ojos brillosos y siempre sonriendo, -¡Eso debe ser amor!-, me dijo, asentí con la cabeza mientras no podía evitar las lágrimas, entramos al campo santo y llegamos hasta sus tumbas, entre los dos arreglamos las flores, después nos sentamos en el pasto, estuvimos largo rato en silencio, luego Li, me habló...

Li : ¿Has pensado lo de la novela?

Felipe: (lo miré y le sonreí) ¿Lo de con quién voy a pololear de la pega?

Li : ¡Aja...!

Felipe: La verdad aun no lo sé, tengo dudas...

Li : ¡Decídete luego, vas a ser el protagonista, te prometo un final feliz...(me miraba fijamente)

Felipe: ¡Esta bien, me decidiré luego, dame un poco de tiempo!

Li : ¡OK, te entiendo, pero es bueno que escojas bien, alguien que te quiera de verdad…, tengo que terminar luego el cuento...!

Felipe: ¡OK, OK..., no sé bien, pero sonreímos y nos fuimos caminando en silencio…