martes, 10 de noviembre de 2009

TRIO

Lunes, son las tres y media, camino con Gonzalo a la cafetería de la vuelta, no hay gente, bueno salvo nosotros. Gonza pide un latte, yo al final me decido por una tetera de naranja y canela. Tengo flojera, hoy “madrugue” a las nueve, considerando que llevo un poco más de dos meses sin trabajar, ya me he acostumbrado a despertar cerca de las once y levantarme alrededor de las doce, me gusta eso.

El almuerzo estuvo rico, tortilla de papas con arroz, jugo natural y obvio ensalada, un manjar, ahora un buen café y seguir charlando con Eduardo. Hoy me he acordado mucho de Ale, lo extraño. En el café no hay nadie, excepto nosotros, obvio. Pido un latte y Eduardo té de naranja con canela. Yo no fumo, pero cada vez que nos juntamos fumo un par de los del pelado.

A estado tranquila la mañana, no a habido mucho público, será porque es lunes, ya son las tres y media, le diré a la Lorena que almorcemos. Vaya, ley de Murphy, ahora llegan unos clientes, nos saludamos, son gratos, menos mal que solo es un café y una tetera de té, se tentó con el aroma el peladito, esta bonito él.

Es muy simpático el chico que atiende el café y tenía razón, el té esta exquisito, pobre recién va a almorzar con su compañera. Le consulto a Gonza, qué de qué va exactamente una crónica (aprovecho sus conocimientos de periodista), me dice que es una serie de acontecimientos, que narran una historia, solo información. Le cuento que como ahora dispongo de tiempo, quiero participar en algunos concursos literarios y uno de ellos es la crónica, pero es obligatorio, que la temática sea gay.

Bueno ya están atendidos los chicos, ahora con la Lore, vamos a almorzar. Es curioso nuestra comida la compramos de otro local, es que estamos tentados con comer carne. Lore me pregunta por el chico que conocí en la disco, igual me da lata, ya que duró solo una semana el romance, la pobre me consuela y yo le digo que se relaje, total no me quiero casar, soy muy joven aun. Ahora llegó otro cliente, Lore lo va a atender, me quedo comiendo solo, siempre es lo mismo.

Cuando Eduardo, me comenta lo del concurso literario, recuerdo que en una oportunidad tuve deseos de escribir una situación que viví cuando tenía de pareja a Patricio. Le cuento al pelado que en esa oportunidad una amiga, una señora ya bien mayor, invita a Patricio a un criadero de avestruces y obvio, fuimos juntos con ella. Una vez en el auto, yo iba sentado atrás y los miraba como conversaban y a ratos me perdía viendo el paisaje, en eso me pregunté -¿Qué pensará esta señora de nosotros, ella que podría ser casi mi abuela?-. Eduardo se rió del hecho, pero aun hoy me lo pregunto. Este café está muy rico.

Pucha, llegó ahora una pareja, obligado a dejar la comida y a atenderlos, dos café cortado y un trozo de pie de limón, la tipa agradable, el viejo un pesado, les sirvo rápido, para que no se enfríe mi comida. Me duelen un poco los pies, en la tarde voy al gym, creo que me la pasaré en la piscina, ni loco hago step o máquinas. Lorena me cuenta que su novio a estado un poco raro este ultimo tiempo, la verdad lo encuentro entero raro, o sea todo el rato, es más me tinca que le gusta el gueveo, pero no me atrevo a decirle a la pobre. El pollo esta delicioso, estos chinos cocinan increible.

Me sirvo una segunda taza de té, sin saber aun que puedo escribir. Un romance discotequero, uf!!!, Gonza piensa igual, los gays y la moda, otro uf…, suena mi teléfono, es mi hermano pidiéndome plata prestada, es como mucho, le cuento a Gonza, él trabaja y gana bien, entiendo que tenga dos hijos, pero por favor debe aprender a manejar su dinero, si yo ni siquiera estoy trabajando.
Gonzalo se ríe, ahí tienes un tema, como el hermano gay es ordenado en sus gastos y tiene que ayudar al hetero desordenado me dice. No me hace gracia.
Será la molestia o mucho té, pero me dieron ganas de ir al baño.

Eduardo ha ido al baño, me quedo fumando y mirando a la calle, aun me molesta el hombro, estoy hace casi tres meses con licencia y terapia, todo por una ridícula caída en bici, por el forestal camino al trabajo. Siento impotencia no poder estirar bien el brazo, es increíble que algo tan cotidiano como rascarse la espalda, hoy no lo pueda hacer con mi brazo izquierdo. Aprovecho el tiempo para practicar apoyando mi mano en la pared y levantar el brazo a lo que más pueda, debo parecer un loco, pero me da igual, antes por menos cosas me complicaba hacerme notar.

Ya casi terminamos la comida, parece una carrera, es que hay mucho por hacer, Lore me indica al chico de lentes, el que vino con el peladito que esta en el baño. Al parecer está haciendo ejercicios kinésiologicos, los típicos de rehabilitación. Suena mi celular, es Pancho, mi amigui, me vendrá a buscar a la salida, para ir juntos al gym. La Lore me indica que mejor nos apuramos, debemos terminar de atender y tenemos loza sucia.

Llego a la meza, Gonza me reclama que me demoré mucho, lo que pasa es que los baños ahora están llenos de avisos, y no lo puedo evitar comienzo a leerlos todos, desde preservativos, pasando por intervenciones de arte y noticias, hasta los nuevos menús y horarios del café. Pero si son un excelente lugar para estrategias de marketing, me dice Gonzalo, imagina un letrero frente al urinario, en vez de mirar como cae la orina, el suelo o el techo te quedas leyendo, casi obligado.
Ahora bien, hay que destacar que el baño, como diría la Vivi, siempre está impeke y eso es plausible, la mayoría de los locales en este país no tienen baños decentes. Al parecer tanto tema de sanitarios, tiene a Gonza con ganas de ir al baño. Vaya, todavía me queda té, ya está un poco frío, pero sabe rico igual.

Tiramos los restos de comida a la basura y comenzamos a ordenar y limpiar, Lore hoy va con su novio al cine, le pregunto que peli van a ver y me dice que Harry Potter, su novio quiere verla. Muy gay pienso, pero prefiero decirle que muy perno, mejor una romántica o derechamente calentona, así se animan y aprovechan la oscuridad, el cine da pa’tanto le digo. Pero no, ya que el noviecito es de los que se sienta a ver la película entera, qué latero!!! Y hace cuánto qué no lo hacen, le pregunto, la Lore queda muda, se pone a lavar unas tazas y me dice que ya lleva un mes sin sexo… Qué horror, por favor acaso no les dan ganas, le vuelvo a preguntar. A mi si, y mucho, me contesta, pero él no quiere.
O este tipo tiene a otra, o esta a punto de salir del closet (estoy casi seguro), o es un idiota.
Lorena, debes hablar con él, decirle que esto no es normal, que si tiene algún problema que te lo diga y ya, para que lo solucionen, si son pareja.
El peladito esta solito en la meza, le sonrío.

Mientras espero a Gonza, me quedo mirando a los chicos de la cafetería, parece que charlan algo muy importante, por sus caras, ahora él me sonríe, espero no haber parecido un copuchento, me pillo justo observándolos. Gonza debe estar leyendo en el baño, ya son las cuatro, me gusta conversar con él, hace tanto tiempo que no nos veíamos, es raro pero a ratos no se que hablarle, siento que no tengo tema, es que creo que he perdido la “chispa” o definitivamente tengo principio de autismo.
La ultima pareja que entró dejo la puerta abierta y entra un viento muy helado, me carga el invierno, es la única estación del año que no soporto, la lluvia me molesta, caminar por las calles haciendo el quite a las pozas, los pies helados o peor mojados, estar húmedo… Mejor cierro la puerta, se me adelanta el chico de la cafetería, me sonríe nuevamente, se percató de que tenía frío. Ya no me queda té.

Llego a la mesa, Eduardo tiene un poco de frío, le digo que ando con mi cámara, quiero tomar algunas fotos, el pelado me sugiere la vitrina de los pasteles, no me tinca, le tomo un par a él, sin que se de cuenta. Y ya pensaste de que vas a escribir en tu crónica, le pregunto. Aun no lo tiene claro, podría ser sobre los temas legales que necesitamos legislar, igual interesante puede ser una opción. La adopción, me dice, para mi no es tema, no adoptaría le digo, no me imagino con un hijo a Eduardo le hubiera gustado ser padre, en alguna ocasión me lo confidenció, pero ya no. Yo por ahora, solo quiero estar tranquilo.

Llegó el Pancho, nos saluda y nos ayuda, le pregunto por su bolso para el gym, me dice que se lo lleva Eric, me carga esa loca tan desubicada, pero Panchi le agarró un cariño. Piden la cuenta los del café y el pie, la Lore se las lleva, le digo a Pancho que quiero solo hacer piscina, me duelen los pies, la idea le encanta, chicos en traje de baño, punto aparte es el profesor, demasiado rico!!! De pronto estamos más animados, la Lore quiere terminar luego, acaba de hablar por celu con su novio, ya viene en camino para la ida al cine. Panchi le pregunta qué peli van a ver, cuando le dice que es Harry Potter, se ríe y le comenta-¡niña qué gay!-, cambio el tema, la pobre no es bruta y de pronto esto la amarga más.
Ahora el peladito pide la cuenta, se la llevo.

Lo mío son mil doscientos, me indica Gonza, le pago con un billete de diez mil. Vamos a caminar al parque, aprovechas de tomar fotos y seguimos charlando, además me sirve para pensar en el tema para la crónica-¡esto de escribir de gays, no se me ocurre nada!-. El chico me trae el vuelto, es agradable él. Nos ponemos las chaquetas, nos despedimos de los chicos del local, ya al salir le comento a Gonza, que me gustó la atención, a mi también me gusta me responde, cuál es el nombre de la cafetería le pregunto, concepto me dice, vamos a venir más seguido, le digo mientras le sonrío al chico del café.
Ahora vamos al parque a caminar a respirar smog puro y ver que se me ocurre escribir con temática gay, Gonza me dice, haz una crónica ficción y que sea de amor, uf!!! Le digo, eso ya es ciencia ficción…